. “No deduzcas nada, espera a que te explique. Si hay ciertas
cosas a las que nunca me he aferrado, comprende que el tiempo pasa y cambia la
perspectiva. He dejado de lado mucho; el amor, la empatía, mi preocupación por
los demás, y hasta la vida dejaría si supiera que no corro ningún riesgo. La
verdad es que no soy el mismo. Tú conociste a alguien que estaría dispuesto a
dejarlo todo por ayudarte si se lo pedías, ahora te encuentras con alguien al
que le da igual si te hundes y mueres en el intento de salir. No sé si he
madurado, pero todo en mí ha cambiado; me he cansado de cometer errores
intentando hacer el bien. Me harté de que la gente sólo se aproveche de mi
buena voluntad, me usen cuando quieran, y cuando soy yo el necesitado sólo se dedique
a ignorarme. Por eso he decidido dejarlo todo, buscar una salida por mí mismo
antes que pedir ayuda. Si pude sacar a mucha gente de su infierno, podré
encontrar mi cielo en alguna parte, aunque eso signifique decepcionar a más de
uno, pues hasta este punto nada me sorprendería y me da igual si luego se
dedican a criticarme; la verdad es que no puedo más, y ya no siento la
necesidad de callar lo que quiero expresar. El tiempo se encargó de que este
niño se hiciera hombre en contra de su voluntad, haciéndole más fuerte cuando
quería llorar; ya no es novedad que las esperanzas se me hayan acabado si sólo
con decepciones últimamente
me encontrado. Quiero estar solo, yo soy el que
menos amigos tiene; más de uno sólo vino con máscaras a quitarme lo que pensaba
compartirle. Me da pena que todo termine así, y aun si sólo me hayan demostrado
un poco de gratitud, juro que nada de esto pasaría, me quedaría intentándolo
una vez más hasta cansarme; aunque lo dudo, si de verdad me hubieran apoyado ni
siquiera sentiría cansancio. Dejaré de secar lágrimas y buscaré mi sonrisa.
Seré egoísta, pues creo que eso le gusta a la gente, o al menos así me lo ha
demostrado. Si veo a alguien llorar, tal vez haga ciertas excepciones, pero lo
más probable es que no le brinde mi ayuda, porque pensaré ‘yo sufrí lo mismo, y
salí solo; tiene que actuar igual’, porque si alguien se acostumbra a siempre
recibir ayuda nunca podrá resolver nada por sí mismo, y nadie es eterno, ni las
buenas intenciones, pero eso poco se toma en cuenta. La vida es un camino incierto,
por eso siempre me muestro a la defensiva; si voy a hacer mi propio rumbo, es
vital que yo decida hacer lo que verdaderamente quiero o complacer a los demás
para terminar fracasando y de eso ya estoy harto. No te sorprendas, esto tenía
que pasar. Seguiré el camino solo porque así ha sido desde el principio. Tal
vez te necesité y ahí estuviste, pero lo siento, ya no tengo fuerzas ni para
llorar de nuevo. El corazón apenas responde con latidos, ya no es necesario
ponerle más carga sentimental.”
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