Compartir

martes, 11 de marzo de 2014

thumbnail

Ya estábamos lejos





Ya estábamos lejos. Lejos, que se dice pronto, y es una palabra tan corta. Y no podíamos evitar esa inercia de querer acercarnos, porque la soledad es una cuesta. Pero estaremos más noches así: pensando cómo serían nuestras vidas si tú y yo fuésemos nosotros, y no dos islas desiertas. Dos continentes sin descubrir. Dos selvas vírgenes, en las que nadie se quedó a vivir nunca. Pero vuelve a hacer frío y no eres tú, aunque parezca que esta necesidad de entrar en calor sólo hable de ti. Ya estamos muy lejos, y empiezo a pensar que la distancia que hay entre los dos, también nos está alejando de nosotros mismos. Porque no queremos seguir en una vida con cama individual y sin espacio en el armario para decir "te quiero". Así que retraso otro día más la mudanza a tu boca. No me decido a saltar sin paracaídas a tus brazos, que de no cogerme, me condenan a una caída catastrófica. De esas que duran, lo que tardan en caducar los sentimientos por alguien. Pero, mientras tanto, asómate a la ventana, te he dedicado todas las estrellas que he podido contar desde aquí. Otra noche más.

Subscribe by Email

Follow Updates Articles from This Blog via Email

No Comments

Vistas de página en total

Con la tecnología de Blogger.

On Line