Había
terminado de llover y el aire estaba frío, de ese aire que deja la lluvia
cuando se va. El día estaba azul queriendo volverse negro y encendí un cigarro
para que mi mente se relajara sola, porque solo estaba yo. Suspiré por última
vez, regresé la mirada, y ahí estaba él. Justo en dónde había llovido antes, y
en donde ahora el tiempo se había detenido. Pensé en moverme, pero no supe
cómo, pensé en acercarme pero no me pude mover, pensé en hablarle pero no me
pude acercar, pensé en gritarle y sin más, le grité. Grité su nombre desde
adentro, le grité un “Te extraño” con todas mis fuerzas, le grité un “Te
necesito” con todo lo que tenía, le grité un “Te quiero” con mi alma y mi ser.
Le grité te quiero tan fuerte, que ni él ni nadie, me escuchó.
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1 Comments
Jeje... Muy Lindo!! :D
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